
Publicado por Karina Orzechovski en Terapias Contextuales el 2020-08-21
Las Terapias Contextuales, conocidas también como Terapias de Tercera Ola o de Tercera Generación, se basan en el Contextualismo Funcional. Desde esta perspectiva, se estudia a la persona y su conducta dentro de su contexto y no de forma aislada. Otorgan especial importancia a la conducta verbal del consultante, y a los valores, es decir, aquello que es significativo o valioso en su vida.
Las Terapias Contextuales, conocidas también como Terapias de Tercera Ola o de Tercera Generación, se basan en el Contextualismo Funcional. Desde esta perspectiva, se estudia a la persona y su conducta dentro de su contexto y no de forma aislada.
Son enfoques que brindan una nueva perspectiva sobre lo que entendemos sobre trastornos psicológicos y su tratamiento. Otorgan especial importancia a la conducta verbal del consultante, y a los valores, es decir, aquello que es significativo o valioso en su vida.
La conducta verbal es lo que el paciente se dice a sí mismo y a los demás. Ésta influye directamente en sus acciones y hábitos.
Un aspecto fundamental abordado desde la perspectiva contextual es el de la aceptación de nuestros eventos internos, aun los que impliquen cierto malestar. Se busca que el consultante pueda lograr una relación diferente con sus pensamientos, emociones y sentimientos, y que su vida no se centre en el intento de eliminarlos o controlarlos, sino en experimentarlos tal y como suceden. De este modo podrá aprender a relacionarse de forma directa con todo aquello que esté ocurriendo en su vida en el momento presente, centrándose en dirigirse hacia sus direcciones vitales valiosas, es decir sus Valores.
Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT)
La Terapia de Aceptación y Compromiso es una de las terapias contextuales, debe su nombre a los dos pilares de sus intervenciones: la Aceptación de los eventos internos, y el Compromiso con los Valores personales.
ACT se sustenta en la teoría de los Marcos Relacionales (RFT), que sostiene que los problemas psicológicos se originan en el lenguaje, haciendo inevitable que en ciertas situaciones surjan pensamientos y sensaciones que puedan vivirse con algún malestar. Las personas, seres verbales, tienden a persistir en la lucha contra sus propios eventos privados, pese a que los resultados sean no solo inútiles sino muchas veces contraproducentes.
ACT utiliza intervenciones como las metáforas, las paradojas y los ejercicios experienciales, para que el consultante comience a tomar contacto con todos esos eventos privados antes evitados o temidos, reduciendo sus conductas evitativas, o sea las que empleaba para lidiar con el malestar experimentado ante tales eventos. Hablamos de recuerdos, pensamientos, creencias, sensaciones y sentimientos, de los cuales el consultante aprenderá a distanciarse y defusionarse, adoptando una perspectiva que otorgue un nuevo contexto a estos eventos.
Las estrategias ACT promueven la flexibilidad psicológica, es decir, la capacidad de la persona de estar presente y adaptarse a las situaciones que se le presentan; evitando así el sufrimiento psicológico producido al evitar constantemente el contacto con pensamientos, emociones o recuerdos negativos.
De este modo podrá incrementar las conductas valiosas o acción comprometida, que van a estar alineadas a lo que es importante en su vida.
Los principales objetivos de la ACT, por lo tanto, serían tratar el denominado trastorno de evitación experiencial, fomentar la aceptación y tener en cuenta en todo momento de la terapia los valores personales del cliente.